miércoles, 29 de diciembre de 2010

Roxy Tornado.

Después de que el tornado de Lobos le volara la chapa del techo, Cabrera se mudó a Mercedes con la esperanza de encontrar vientos más suaves. Nunca se imaginó que en aquella ciudad de calles tranquilas y bicicletas a contramano, Roxy Tornado le arremolinaría el corazón.

Como la gran mayoría de las cosas que pasaban en su vida, la idea de ir hasta Ciudad del Este para comprar una máquina podadora trucha, la tuvo su Pachroncita. Caminó por la sombra junto a Segundo desde el Club Porvenir hasta la terminal de ómnibus. Cuando llegaron a la estación, antes de ir a la ventanilla de ventas del Chevallier, Cabrera saludó al croto Ledesma que dormía en los pasillos y enseguida después fue a ver a Dabove para comprar los pasajes.
- ¿Güenas Dabove? ¿Cómo anda?
- ¡Cabrera, tanto tiempo! ¿qué es de su vida?
- Y acá, tirando… pa no aflojar.
- ¿Viene a sacar pasaje para ir a ver la familia en Corrientes?
- ¡Piro si la Mary no me quiere ver ni en figura a mí! Ya me dijo cuando me fui de Cochrientes que ni se me ocuchra volver así como me había ido… Y créame que lo intenté, ha? me jui a verla para un carnaval con una careta e las Tortugas Ninjas, pero la loca me chreconoció como a la cuadra y me sacó a escobazo limpio nomá. El único que no me abandona acá es el Segundo.
Cabrera buscó a Segundo entre sus piernas, pero el perro se había sentado junto al croto Ledesma y había empezado a lamerle los rastros de dulce de leche que una borla de fraile rellena le había dejado en la cara.
- Y entonces Cabrera, ¿a dónde se nos va?
- Al Paraguay.
- No me diga que tiene una chinita esperándolo con mate y chipá.
- ¡Piro a mí lo único que me espera es una podadora made in China, que la Pachroncita me mandó a comprar!
- ¿Y hasta Paraguay lo hace ir?
- Ya ve usté, la Pachroncita me tiene é acá pa allá como guevo é chrengo, pero es mejor hacerle caso, no vaya a ser que se ponga brava, vio. Ademá me dijo que en el Paraguay le hacía tres por uno y que si encima pagaba con la tarjeta é crédito le hacían cuarenta y siete cuotas sin chrecargo. No son ningunos giles estos paraguas, ¿ah?
- ¿Y usted tiene hecho el Veraz? Porque para comprar en cuotas se lo van a pedir acá, en la Quiaca, en Paraguay, donde sea, Cabrera.
- Piro déjese é pavadas Dabove, si yo veo bien, me lo dijo el dotor é la policía una vez que quise sacar el carnet para una Zanellita que le gané loco Buchras jugando al truco. Al final me la incautaron porque era chrobada, si viera usté nomá a ese Buchras, é más peligroso que cirujano con hipo.
- No Cabrera, el Veraz es un informe financiero que dice si usted es moroso o no.
Cabrera se alejó de un salto de la ventanilla, desenganchó el rociador, que usaba para regarle las amapolas a su Pachroncita del pasacinto, apuntó a Dabove y amenazó con apretar el gatillo.
- ¿Está coqueteando usté conmigo Dabove? Mire que a mí las únicas que me dicen amoroso son las mujeres… y no todas, sólo a las que yo les permito.
- Pero no hombre… moroso, no amoroso, quiere decir deudor. El Veraz dice si usted le debe dinero a alguien o no, ¿entiende?
- Yo no sé ande aprenden a seducir ustedes los desviaou, pero déjeme decirle que esto de llamarme deudor no lo está ayudando… hasta el Segundo, si se lo propone puede ser más delicau que usté.
Empalagado de dulce de leche, Segundo dormía la siesta en los brazos del croto Ledesma.
- Hagámoslo más fácil Cabrera, vaya al locutorio del Tucu acá a la vuelta y dígale que necesita su Veraz, yo le reservo el pasaje.
- ¡Já! Como si le estuviera yendo tan bien para encima llamarme fácil.

Cabrera se alejó de la ventanilla agazapado y caminando hacia atrás como un poni desconfiado, había puesto ojos de miope y miraba desafiante a Dabove. Dejó la mano cerca del rociador hasta que consideró prudente la distancia que los separaba y llamó a Segundo tres veces para despertarlo de la siesta. Sólo cuando la ventana de ventas del Chevallier se escondió del todo detrás de una pared, Cabrera consideró la posibilidad de dejar de caminar hacia atrás pero no lo hizo, los invertidos como Dabove eran más desubicado que Güemes en la Guerra de las Galaxias y era mejor estarse alerta.

- Güenas Tucu, vengo de parte del Dabove pa que usté me vea.
El Tucu puso pausa al Counter Strike, bajó el volumen de los Redonditos de Ricota y le hizo señas a Cabrera para que lo siguiera hasta la computadora número once.
- Pendejo rajá de acá que necesito la máquina.
Tatu, hermano menor del Tucu, cerró el Messenger pero no alcanzó a hacer lo mismo con el pasionchat.net. Cuando estaba a punto de apretar la cruz para desconectarse el Tucu lo levantó de un brazo.
- ¿Sos boludo o te hacés? Te dije que necesito la máquina. – Y con un movimiento de mano el Tucu invitó a Cabrera a sentarse.
Cabrera miró confundido la computadora número once y después miró a Segundo.
- Yo no sé usté Segundo, pero la verda que yo no entiendo ná, ¿será que el Tucu me mirará por este aparato? – Cabrera golpeó la pantalla con el nudillo del índice izquierdo y luego apretó el teclado, el monitor se iluminó:

Roxy Tornado dice: ¿estás ahí o te fuiste?

- Una tal Chroxy me prigunta si estoy acá, ¿usté cree que será ésta la que me tiene que ver Segundo? – Cabrera enderezó la espalda y se acomodó el pelo con la mano derecha – Piro cómo me gua ir si recién llegué, Chroxy.

Roxy Tornado dice: ??????

- ¡Qué sí Chroxy, que ya le dije que estoy acá! ¿me escucha usté?.
El Tucu le tocó el hombro a Cabrera y le pidió que bajara la voz.
- Discúlpeme usté Tucu, yo no sé si esto es una comunicación larga distancia o qué, piro si bajo la voz no me gua a escuchar ná la Chroxy.
- Es que tiene que escribir no hablar.
- Piro esto es más difícil que ponerle el pantalón a un pulpo, Segundo. Si habría sabido que tengo que escribir habría revisado el cuaderno é la primaria, hijo é la gran siete.
Cabrera se arremangó la camisa, respiró hondo y trató de no distraerse con la música de los Redonditos de ricota.

Yerba amarga dice: si roxy estoi aca, bine pa que me vea.
Roxy Tornado dice: no, habíamos quedado sin cámara, además estabas a punto de acariciarte el perrito. Ups perdón, el dogo ;p.

- Yo no sé, Segundo, ande me mandó el desviaou este de Dabove, piro la Chroxy esta é medio chrarita, primero lo llama a usté dogo y endespué me pide que lo acaricie… ¿estará viendo bien la Chroxy? – Cabrera echó aliento a la pantalla y luego la limpio con el revés del antebrazo. – Venga pá acá, Segundo, no vaya a ser que nos achruine el tchrámite por esto.

Yerba amarga dice: ya acave e acarisiarle la cavesita al segundo, me gua da el bisto gueno o no roxy?
Roxy Tornado dice: Segundo?
Yerba amarga dice: al dogo
Cabrera miró a Segundo y soltó la carcajada : - Sabrá usté disculparme Segundo, piro esto é dogo a usté que é marca pechrro me hace chreír mucho.
Roxy Tornado dice: y por qué Segundo?
Yerba amarga dice: por que e el segundo que tengo, el primero se yamaba primero, piro como la mari no lo acarisiava murio e tristesa, mujeres bio!
Roxy Tornado dice: o sea que cuando cambias de amor le cambias el nombre al perrito? Qué romántico!
Yerba amarga dice: bue, no ciempre bio?, el segundo e mas percistente que lluyo e cantero, sovrebivio a la ester y a la susi, el que no sovrebibio jui yo, que me dejaron mirando al norte como culo e abestru.
Roxy Tornado dice: por suerte estoy acá para acariciar a Segundo y que no muera….
Yerba amarga dice: la voca se le aga a un lao y los dientes se le keden en el mismo lugar roxy, nunca gua encontrar un tercero tan gueno como el segundo, si quiere se lo aserco a la pantaya pa que lo acarisie
Roxy Tornado dice: mmmm….. no sabía que te gustaba mostrar el perrito en público, así que sos pícaro…
Yerba amarga dice: gueno no es que me encante, piro e un animal grande pa escuenderlo en el volsiyo.
Cabrera alzó a Segundo y le apretó el cachete contre el monitor, el perro empezó a ladrar como un desbocado y a tirar tarascones hacia los cuatro puntos cardinales, Segundo era uno de esos ásperos de la Pampa que se incomodaba tanto con las muestras de afecto que siempre terminaba por hacerse pis. Cabrera tiró el perro al suelo, se sacudió el pantalón mojado y se dispuso a escribirle las buenas noticias a Roxy.
Yerba amarga dice: ja! Segundo si puso tan contento con sus karisias roxy qui el povre animal si meo en sima.

Roxy Tornado tomó aquellas líneas como una metáfora campestre e infantil de la eyaculación masculina y se felicitó por haberlo conseguido, ahora sí podía pasar a la siguiente etapa. Se sentó derecha, respiró hondo y escribió.
Roxy Tornado dice: y cómo le gustan las gatitas a Segundo?
Yerba amarga dice: muertas, el segundo odia los gatos
Roxy Tornado se sintió un poco defrauda ante esa respuesta tan literal ¿qué había pasado con el magnífico doble sentido que maneja Yerba amarga?, tragó el nudo que se le había formado en la garganta y decidió volver a intentarlo.
Roxy Tornado dice: no, lo que preguntaba era si Segundo prefiere las hembritas rubias o las morochas… ☺
La frase “Yerba amarga está escribiendo” no hizo más que aumentar las palpitaciones propias de la espera, por fin ahí estaba la respuesta.
Yerba amarga dice: como guen perro e las pampas el segundo prifiere el bino tino, los dogui savor carne picante y las perritas e pelo negro como el sielo noturno e la yanura.
Mónica Beatriz se levantó indignada de la silla, echó a Naranja, el conejo blanco, de su falda, arrancó los cables de la computadora y tiró el monitor por la ventana. Luego prendió la televisión y comenzó a hacer yoga con Wai Lana, tal vez así podría olvidarse para siempre de Roxy Tornado. Tito y Jesús, que preparaban la mezcla de cemento fino para exteriores, esquivaron de casualidad el proyectil de la Patrona.
- Che, ¿creés que le quedó mal la tintura?
- Eso o la humedad, vaya uno a saber… - respondió Jesús y siguieron trabajando.

Del otro lado de la ciudad Cabrera se disponía a terminar su frase.
Yerba amarga dice: piro a mi me gustan las ruvias, como la Patroncita.
Yerba amarga dice: roxy esta ai?
Yerba amarga dice: ??????????
Cabrera golpeó el monitor y el teclado con insistencia e incluso intentó llamarla: ¡Chroxy! ¡Chroxy! ¿me escucha? No me diga que si puso celosa, pero el único que lo oyó fue el Tucu que volvió a repetirle que debía escribir, no hablar. Cabrera se marchó enojado y sin pagar, Roxy había desaparecido y nadie le había dado el visto bueno para comprar la podadora en cuotas.

- ¿Qué tal Dabove? Vingo a cancelar el boleto pá el Paraguay.
- ¿Pero qué pasó Cabrera? ¿no pudo hacerse el Veraz?
- Piro si me atendió una loca llamada Chroxy que parecía que tenía más polvos que indio que viene último, estaba metejoneada con el Segundo y no hacía más que llamarlo dogo, con eso le digo todo…
Dabove anuló la reserva, se cebó un mate y siguió atendiendo a los clientes. Cabrera y Segundo emprendieron la vuelta al Club Porvenir, de camino al centro atravesaron la placita de la terminal donde el Tatu jugaba al fútbol y el croto Ledesma descansaba debajo de un sauce.

6 comentarios:

  1. Muy buena tu participación en el programa de Hanglin. Felicitaciones.

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  2. Gracias Gabriel, espero que te guste el blog. Cómo te enteraste lo del programa?
    Besos
    M.

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  3. jajaaa.. muy bueno! me hiciste reir mucho, mucho, de la mano de Cabrera, y pasando por la terminal, me hice un viaje desde el Porvenir haciendo escala en Corrientes y de ahi hasta el Paraguay
    Roxy Tornado.. un gusto en conocerla

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  4. "Roxy Tornado tomó aquellas líneas como una metáfora campestre e infantil de la eyaculación masculina y se felicitó por haberlo conseguido"
    Me encantó esa parte y el final!
    Muy cómica la escena del Veraz.

    Voy a seguir leyendo, saludos
    Sebas

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  5. Hola Sebas!!! tanto tiempo
    me encanta que te guste :)
    Saludos
    M.

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